Con la llegada del frío y del invierno regresan también los virus respiratorios como la bronquiolitis. Uno de los más importantes es el llamado ‘virus sincitial respiratorio (VSR)’. Es el principal causante de la bronquiolitis, una infección vírica muy contagiosa que afecta al 80% de los bebés y niños pequeños en sus primeros dos años de vida, y uno de los motivos más frecuentes de consulta pediátrica en nuestro centro de Fisioterapia Netter. Al igual que la gripe, el virus se propaga a través de las secreciones nasales, la tos y los estornudos de la persona contagiada, y también mediante el contacto con las manos o con los objetos que el enfermo haya tocado, por lo que aquellos bebés con hermanos en colegios y guarderías tienen muchas posibilidades de contraerlo.
En general, los síntomas de la bronquiolitis comienzan entre cuatro y seis días después de la exposición. Los principales son: tos persistente, dificultad para respirar, pérdida del apetito y fatiga. Suele comenzar con una rinitis (nariz congestionada), con secreciones claras y tos. Si esta infección llega al pulmón, y en particular hasta los bronquiolos más bajos y más pequeños, podemos encontrarnos la temida y bien conocida bronquiolitis.
El rol de la fisioterapia respiratoria infantil (o bronquiolitis) es el de paliar estos síntomas, facilitando la eliminación de las secreciones de los pulmones y mejorando la mecánica respiratoria del niño. Además de prevenir complicaciones más graves derivadas de la bronquiolitis (como neumonías, etc.), conseguimos una mejora en la calidad de vida del niño, el cual respira mejor, lo que facilita una correcta alimentación y previene la regurgitación.
Con esta ayuda, nuestros pequeños pueden descansar y dormir mejor. En el centro de Fisioterapia Netter, siempre comenzamos con la evaluación y auscultación del pequeño, para confirmar la patología.
El tratamiento consiste en aplicar diferentes presiones manuales sobre el pecho y abdomen del niño, para conseguir llevar el moco desde los bronquiolos (más bajos y pequeños) hacia bronquios cada vez más grandes y altos. Una vez realizado esto, el siguiente paso es sacar las secreciones de los pulmones: mediante la tos, despejando correctamente las vías aéreas, movilizando los huesos de la esfera anterior del cráneo y realizando un buen lavado nasal con suero fisiológico. Concluimos la sesión con técnicas para relajar el diafragma y equilibrar la mecánica ventilatoria. Todas las técnicas son indoloras y el tratamiento dura aproximadamente 30 minutos por sesión (se suelen realizar varias sesiones en días consecutivos). La fisioterapia respiratoria infantil es el complemento ideal para el tratamiento médico y farmacológico, estando especialmente indicada en recaídas o casos continuados en el tiempo.
Si tienes alguna duda acerca de la bronquiolitis, no dudes en contactar con nosotros. Todos en nuestro centro especializado en fisioterapia en Retiro, Madrid, estarán encantados de recibirte. Además, te adelantamos que en el siguiente blog, tendrás información acerca de cómo puede desencadenar la bronquiolitis en una otitis y cómo prevenirlo.
